La obra del artista Ismael Mundaray será presentada en una misa mañana oficiada por monseñor Freddy Fuenmayor, obispo de la Conferencia Episcopal
Maritza Jiménez/El Universal
El arte y la fe se unen en la imagen de la virgen de Coromoto realizada por el artista venezolano Ismael Mundaray, que mañana se instala en la catedral de Notre Dame de París, en una iniciativa promovida por la abogada Elvia Rodríguez en la búsqueda de la paz y la conciliación en Venezuela.
“En la actual y dura realidad del sufrimiento del pueblo venezolano, ninguna acción es desestimable para contribuir a devolver a nuestra tierra un presente de paz, justicia y progreso”, afirma Rodríguez, encargada de la organización del evento junto con la comunidad venezolana en París.
“Francia, nuestra tierra de adopción, nos acompaña en este camino. La iglesia católica nos respalda en la necesidad de reconquistar la paz, dejar atrás el fraccionamiento y rescatar nuestros espacios de vida”, agregó esta defensora de los exiliados.
“Vengo del Orinoco y he llegado al Sena”, dice Mundaray, uno de los pintores destacados de la Venezuela de los 80, y que hace 28 años se instaló en la capital francesa, desde donde su arte ha recorrido el mundo. El artista nació en Caripito, estado Monagas en 1952, y su pintura, al arrullo de las aguas del río y las culturas de las comunidades indígenas de la zona, mostró desde temprano sus mágicos objetos calificados por la crítica como “una experiencia de la levedad”.
“Fueron meses de trabajo consagrado a este ícono, y solo la virgen sabe cómo lo logré, porque yo nunca había pintado imágenes religiosas”, agrega el pintor sobre su trabajo.
La obra es un acrílico sobre tela, de 92×73 cm, que, con el marco español tallado alcanza los 112×102 cm. En ella se observa la virgen con el niño, con predominio de los tonos rojo, amarillo, dorado y blanco.
Según la conseja, Santa María de Coromoto en Guanare de los Cospes, como es su advocación completa, habría aparecido en 1652 al cacique Coromoto y su mujer cuando atravesaban una corriente de agua y vieron a una señora de extraordinaria belleza que les dijo: “Vayan a casa de los blancos y pídanles que les eche el agua en la cabeza y así poder ir al cielo”.
La pintura de Ismael Mundaray será presentada mañana a las 6:15 pm (hora de Francia), en la sede de la arquidiócesis de París, la catedral de Notre Dame, construida en el año 1345, donde estará expuesta en la capilla dedicada a la América Latina, junto a Nuestra-Señora de Guadalupe, de México, y El Señor de los Milagros, de Perú.
El acto comienza con un concierto del violinista Alexis Cárdenas, y luego se oficiará la misa a cargo de monseñor Freddy Fuenmayor, obispo de la Conferencia Episcopal, quien el domingo a la una de la tarde, estará en Saint-Germain l’Auxerrois, iglesia medieval del Distrito de París, en otra misa dedicada a la comunidad latinoamericana y la diáspora venezolana.
“La advocación venezolana de la Madre de Cristo ha sido siempre un factor de identidad nacional cristiana. Confiamos en que la Patrona de Venezuela nos acompaña en nuestras luchas y nos da fuerza y consuelo”, puntualizó Rodríguez.