Guacamayas en vuelo sobre Caracas

En las últimas décadas se ha vuelto habitual el vuelo de distintas especies de guacamayas sobre los cielos y azoteas de edificios en Caracas, pero bueno es recordar que éstas aves no son autóctonas de este valle y atender algunas recomendaciones para afectar o verse afectados por la interacción con las fabulosas y multicoloridas aves.

Algunas de las hermosas guacamayas que sobrevuelan la ciudad de Caracas esconden una triste historia digna de ser contada.

Su presencia en la ciudad puede ser producto del tráfico y/o comercio ilegal, pues los lugares habituales de ocurrencia de algunas de estas especies están lejos del ruido y el smog de la capital de Venezuela. Como sugiere el Biólogo Franklin Rojas de Provita, el solo hecho de aceptar comida por parte de los humanos, delata la sombría procedencia de un injusto cautiverio.

Al menos son cuatro las especies de estas aves que sobrevuelan la ciudad, llegando a las ventanas y balcones de muchos caraqueños que se alegran con su visita, proveyéndoles de alimentos, algunas veces inapropiados.

A diferencia de otras ciudades del mundo, donde abundan palomas, patos, cisnes, gansos y hasta cuervos, en Caracas encontramos guacamayas azul y amarilla (Ara araurana), roja y verde (Ara chloropterus), amarilla, azul y roja (Ara macao) y unas más pequeñas, mayoritariamente verdes, con destellos rojos y azules en sus alas (Ara severus).

Para que tengan idea de lo lejos que pudieran estar de sus hábitas naturales, el portal Wikieva de especies venezolanas amenazadas, indica que la guacamaya azul y amarilla se distribuye al norte de Monagas (Río Guarapiche) hasta el Centro de Delta Amacuro, y el centro de Amazonas (Yapacana) hacia el sur hasta San Carlos de Río Negro y Río Sipapa en la frontera con Brasil.

Al saber que algunas de estas especies son exóticas al valle de Caracas, muchos científicos se preguntan ¿cómo llegaron hasta allí? Si bien hay ornitólogos y veterinarios que aseguran que fueron introducidas – quien sabe con cuál propósito – un número creciente de expertos sugiere que el comercio ilegal está detrás y que quizás algunos ejemplares pudieron escaparse a coleccionistas o «dueños privados» o hasta de algún zoológico.

Lo cierto es que su presencia en la ciudad, refleja sin dudas un desequilibrio en su ecología, sobreviviendo en un ambiente en el cual sus requerimientos de hábitat no están asegurados, pues no todas las especies encuentran los lugares idóneos para reproducirse, ni sus requerimientos nutricionales. Seguramente tampoco existen los depredadores naturales que contribuirían al control natural de sus poblaciones.

Si usted es una de esas personas que recibe la visita de estas guacamayas, evite tener contacto directo con ellas para no acostumbrarlas a su presencia. En cuanto a la alimentación, el Médico Veterninario Ernesto Boede sugiere proveerle de manera indirecta frutas carnosas y vegetales, incluyendo hojas de lechuga romana o berros. Asimismo, y en menor proporción, sugiere semillas de maíz o girasol, y algún suplemento mineral de calcio y fósforo. Como dirían las abuelitas, «por Cristo nuestro señor» evite darle alimentos procesados como galletas o dulces.

Por favor note que si bien los ejemplares que sobrevuelan la ciudad parecen estar sanos, existen enfermedades como la psitacosis, transmisible a los humanos, que incluye síntomas similares a la neumonía.

La presencia de las guacamayas en Caracas demanda un manejo apropiado por parte especialistas en el tema, con la activa participación de las autoridades ambientales, universidades, ONG y las mismas comunidades, con el apoyo de la empresa privada y los medios de comunicación social.

Recordemos que por más cariño que le brindemos a un animal silvestre, «Tu casa no es su casa», y por ello, no son mascotas y merecen vivir bien y en libertad.

Fuente: Diego Martín Díaz/La triste historia sobre las guacamayas de Caracas