Este 17 de agosto, Carlos Cruz Diez, estaría cumpliendo 96 años. Diez fue considerado el máximo representante del arte cinético venezolano.
Desde pequeño sintió inclinación por el color y las artes plásticas. De niño escuchó hablar de literatura, de arte, de música y de teatro; su padre era poeta y su madre le acompañaba en sus lecturas. Pero el dibujo y una gran caja de creyones se convirtió en su actividad favorita a través de los años, relató al. Estudió en la Escuela de Artes Plásticas y Artes Aplicadas de Caracas, culmina los estudios en 1945 como profesor para artes manuales y aplicadas. A partir de ese momento trabajó en diseño gráfico para varias publicaciones de Caracas y como director artístico de una publicidad.
Entre 1955 y 1956 viajó a París y Barcelona para ponerse al día en la investigación sobre el color. Tras su regreso a Caracas, monta un Estudio de Artes Visuales dedicado a las artes gráficas y el diseño industrial, y prosigue sus investigaciones sobre la fenomenología del color. Durante algún tiempo Cruz Diez se desempeñó como profesor de Artes Plásticas, en la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Central de Venezuela, y dirigió la Cátedra de Investigaciones Cinéticas de la Escuela Superior Nacional de Bellas Artes.
Este 27 de julio, en París, Francia, Carlos Cruz Diez, el artista venezolano que dejó el nombre de Venezuela siempre en alto, partió de este mundo terrenal, no sin dejar plasmada su obra en los lugares más significativos, no sólo del país, sino del mundo.
Vivía y trabajaba en París desde 1960. Es junto a Jesús Soto y Alejandro Otero uno de los artistas cinéticos más importantes de Venezuela.
Sus investigaciones y propuestas, han aportado al arte una nueva comprensión del fenómeno cromático, convirtiéndolas en una de las más importantes del arte cinético. Logró demostrar que el color, en interacción con el observador, se convierte en una realidad autónoma que existe sin ayuda de la forma o necesidad de un soporte.
En sus más de 70 años de carrera artística, Carlos Cruz-Diez abarcó ocho investigaciones sobre la autonomía del color; realizó más de cien integraciones de arte en el espacio público y sus obras forman parte de las colecciones permanentes del Museum of Modern Art (MoMA), Nueva York; Tate Modern, Londres; Centre Pompidou, París; Museum of Fine Arts, Houston entre otros.